28 de Marzo de 2011.
Después de varios días he vuelto a intentar retomar mi Diario abandonado (como yo), totalmente abandónica, sin ganas de hacer nada...
Los feriados me aburrieron, pero retomar el trabajo no me agradó... así estoy contínuamente en todos los aspectos de mi rutina diaria.
Se viene el frío, una no sabe que ponerse... se emponcha a la mañana, al medio día hace calor y a la tardecita otra vez frío.
Mi drama empieza siempre para ésta época, la noche anterior, cuando empiezo a dudar su bañarme a la mañana bien temprano (cosa que me da frío) o en ese momento y meterme a la cama (cosa que al otro día ni bien me mire al espejo vea reflejada mi imagen con la cabellera de Don King).
Como soy indecisa en qué voy a vestir, lo dejo todo librado al azar... al clima... al tiempo (que tardo en vestirme)... pero eso sí!!!, me duermo visualizandome ya vestida!!.
Hoy me levanté, hacía frío pero se notaba que el sol iba a salir pronto así que me puse una remera de mangas tres cuartos, un pulloversito finiiito arriba, las bombachas de campo (todavía no da para las de corderoy), unas... todavía no sé qué carajo es éste calzado, ni botitas, ni zapatillas, ni nada, raro... como yo, pero especial para esta época. Cuestión que estoy dele tirarme las mangas del pullover, que ya me llegan a las rodillas, cuando en realidad lo que tengo cortas son las mangas de la remera... sí... boluda total!!.
... y el encarnado pañuelito al cuello que me puse el primer día que sopló el primer vientito fresco.
Hace años conocí a una mujer que siempre andaba con pañuelos en el cuello, yo me quedaba atónita mirándola, estudiando ese cuello. Con el tiempo entablamos conversación y un día le pregunté cómo hacía para ponerse esa prenda tan impecablemente, le dio dos vueltas y se la ató... me dí cuenta que la inútil era yo.
Por más que me hayan enseñado a doblarlo, a atarlo, las primeras impresiones que doy son: o que me agarró un viento huracanado del este y sobreviví... o que intenté ahorcarme y no me salió.
Su-Saraza
